Dish, Direct TV, AOL en Cuba? ...no lo creo ni viendolo
Los estadounidenses podrían usar en el futuro sus teléfonos celulares en Cuba, pero será difícil que las operadoras de ese país puedan llevar a la práctica una nueva legislación de Washington que les permite ofrecer servicios en el mercado relativamente inexplorado de la Isla.
Expertos de la industria citados por Reuters, indican que la empresas estadounidenses enfrentan una maraña de asuntos políticos, legales y técnicos. Uno de los más importantes será la probable fría recepción por parte del gobierno cubano, que ve los teléfonos celulares, antenas de televisión satelital y servicios de internet como una amenaza a su control sobre el flujo de información.
Potenciales grandes obstáculos asoman también del lado de Estados Unidos, pese a la nueva regulación publicada la semana pasada, que autoriza a las compañías de telecomunicaciones a extender contratos directamente a los cubanos y a exportar tecnología, como instalaciones de satélite y cables de fibra óptica.
La buena noticia es que Cuba es un mercado cercano y potencialmente lucrativo donde sólo hay 12,6 teléfonos por cada 100 personas, la tasa más baja de la región. Además, apenas 13% de la población accede a internet o en la mayoría de los casos, a sitios locales.
La Habana ha permanecido hasta ahora en silencio sobre los cambios en la regulación estadounidense, que fueron anunciados en abril por el presidente, Barack Obama, junto con la eliminación de las restricciones para los viajes y envíos de remesas de los cubanoestadounidenses.
Pero un funcionario cubano de alto rango, bien posicionado para conocer la política de telecomunicaciones del gobierno, dijo a Reuters la semana pasada que el régimen estaba listo para recibir a empresas estadounidenses.
"Estamos dispuestos a hablar con ellos", dijo, consultado sobre si el gobierno consideraría hacer negocios con firmas de Estados Unidos. "Nosotros estamos preparados para hablar de todos los temas", agregó.
John Kavulich, asesor del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, con sede en Nueva York, advirtió que las garantías de La Habana deben ser tomadas con pinzas.
"El gobierno de Cuba generalmente responde a las aperturas de Estados Unidos con la frase 'estamos dispuestos a discutir todo'. Pero cuando ese 'todo' resulta ser responsabilidad y disminución del control, la voluntad suele ser mínima", dijo.
La mayoría de los expertos cree que el régimen consideraría seriamente cualquier propuesta de telecomunicaciones que prometa buenas ganancias. Pero las preocupaciones de seguridad serán preponderantes y, por lo tanto, dudan que La Habana esté dispuesta a acuerdos para recibir televisión satelital e internet de Estados Unidos.
Acuerdos en cualquiera de esas áreas "son muy improbables, considerando el estrecho control que el gobierno de Castro ejerce sobre el flujo de información a través de esas fuentes", dijo el analista Paolo Spadoni, del Center for Inter-American Policy and Research de la Tulane University. Lo más probable, dijo el analista, serían acuerdos sobre roaming para que los celulares de proveedores de Estados Unidos funcionen en Cuba, como ocurre ya con teléfonos de otros países.
Spadoni recordó que empresas de telecomunicaciones de Cuba y Estados Unidos administran ya llamadas desde teléfonos fijos, por las que compañías estadounidenses pagaron al régimen de la Isla 150 millones de dólares en servicios en 2007, el último año reportado.
Con un creciente número de cubano-estadounidenses visitando Cuba y la posibilidad de que, si es aprobada una legislación pendiente en Washington, también los estadounidenses puedan hacer viajes directos, las comisiones por roaming podrían generar mucho dinero, dijo Spadoni.
Pero las numerosas demandas contra La Habana en tribunales de Estados Unidos representan un problema, pues el dinero pagado al gobierno de la Isla podría ser desviado por orden judicial a cualquiera de las personas que ganaron casos contra el régimen, según expertos.
Sólo en las últimas dos semanas, jueces en Maine y Miami han concedido un total de 48 millones de dólares en indemnizaciones a personas que demandaron al régimen por la muerte o encarcelamiento de sus familiares. Para evitar pagar, cualquier acuerdo entre empresas de Cuba y Estados Unidos debería estipular que los fondos adeudados a La Habana sean mantenidos fuera de territorio estadounidense, pero eso no implicará que disminuyan las demandas, dijo Kavulich.
"La única forma de proteger los fondos sería mediante una legislación, lo que resulta improbable", afirmó. Ese tipo de problemas podría explicar por qué las compañías estadounidenses de telecomunicaciones no están todavía golpeando las puertas de Cuba para poder entrar.
El funcionario cubano de alto rango consultado por Reuters dijo que el gobierno no ha tenido contacto con ejecutivos de telecomunicaciones de Estados Unidos y un portavoz de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. indicó que no han recibido "ninguna expresión de interés de ninguna empresa de telecomunicaciones de Estados Unidos". Lo cual no quiere decir que no haya interés.
"Estas nuevas medidas" de Washington "fueron percibidas en el mercado como una enorme oportunidad para las compañías de Estados Unidos, pero por el momento son sólo palabras", dijo José Otero, presidente de Signals Telecom Consulting.
Datos sobre el sector cubano de telecomunicaciones
—Baja penetración: La mayoría de los analistas dicen que el mercado cubano de telecomunicaciones tiene un enorme potencial inexplorado, debido a la baja penetración de la telefonía fija, celular y servicios de internet.
Cifras oficiales cubanas muestran que en esas áreas la Isla está atrasada respecto al resto del hemisferio.
Según datos de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas, existen sólo 1,4 millones de teléfonos fijos y móviles en la Isla para 11,2 millones de habitantes. Eso representa una densidad de 12,6 teléfonos por cada 100 habitantes, la más baja de la región según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, una agencia de la ONU.
También las computadoras son escasas, apenas 630.000. La mayoría están ubicadas en las oficinas del gobierno, instalaciones médicas y escuelas. Según las estadísticas oficiales, un 13% de la población tiene acceso a internet, pero en muchos casos se trata sólo de una intranet administrada por el gobierno.
—Monopolio estatal: La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) es el proveedor estatal de telecomunicaciones, internet y telefonía celular. Telecom Italia tiene una participación del 27% en ETECSA. El resto es del gobierno cubano.
Empresas extranjeras obtuvieron participaciones en el sector de telecomunicaciones cubano en la década de los noventa, cuando La Habana abrió parte de su economía a la inversión extranjera por primera vez desde 1959.
Cubacel, la unidad de telefonía celular de ETECSA, comenzó como una empresa mixta entre la mexicana TIMSA y el gobierno cubano. La firma canadiense Sherritt International Corporation, el mayor inversor extranjero en la época, adquirió un 37,5% de Cubacel.
Pero en el 2003 el régimen compró las participaciones de Sherritt y TIMSA para recuperar el control de la firma.
—Compañías de Estados Unidos: Ocho empresas estadounidenses, incluyendo Verizon, AT&T y Sprint Nextel, tienen permiso de Washington para ofrecer servicios de larga distancia a Cuba vía satélite o cable.
—Fibra óptica: Un cable submarino de fibra óptica fue colocado entre Cayo Largo y La Habana, pero todavía no ha sido conectado debido a las restricciones impuestas por el embargo estadounidense, según el gobierno cubano. Caracas, principal aliado económico de La Habana, tiene previsto tender un cable submarino de fibra óptica de 1.600 kilómetros hasta Cuba.
—Posible competencia: Analistas dicen que futuros inversores estadounidenses en el sector de las telecomunicaciones en Cuba enfrentarían una severa competencia de compañías de Asia y Europa, alguna de las cuales ya están operando en la Isla.
La española Telefónica ha expresado interés en Cuba como mercado potencial, disparando rumores de que podría comprar la participación de Telecom Italia en ETECSA. Otras compañías con una presencia significativa en el Caribe y América Latina, como América Móvil y Digicel, también estarían interesadas en el potencial mercado cubano. Empresas de China, Europa y otros países como Alcatel-Lucent Shanghai Bell, Ericsson y ZTE ya le venden equipos a Cuba.
© cubaencuentro.com
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