LO ULTIMO EN LOS TRANSPONEDORES

sábado, 24 de julio de 2010

UN CUBANO ES EL ZAR DE LAS TELENOVELAS

"Cuba es mi madre y Venezuela es mi nana'', afirmó el productor Arquímides Rivero cuando define su relación con ambos países. "Adoro a los dos por igual. Y sueño con el día en que se normalicen las cosas en Cuba para que se hagan producciones que puedan competir a nivel internacional''.

Conocido desde hace décadas como el "el zar de las telenovelas venezolanas'', este pinareño de 80 años se mantiene tan fresco como en su etapa de galán de los radiodramas habaneros y caraqueños gracias a una fórmula simple: camina cinco millas temprano en la mañana y luego se dirige a los estudios de Venevisión Productions, ubicados en Hialeah, donde desde su despacho tapizado de fotos revisa libretos, discute con los escritores y hace vaticinios sobre quiénes serán las estrellas del futuro."Como en Cuba había tantos actores y se ganaba poco dinero, decidí establecerme en Caracas, donde me contrataron en Radio Rumbo. Allí hice el famoso detective Chan-Li Po y todos los personajes de las novelas que compraba en Cuba'', dijo en alusión a Divorciadas, Leonardo Moncada, La novela del aire y el resto de los títulos que habían hecho zafra en R.H.C y C.M.Q., que él adquiría en sus contínuos viajes a la isla cuando era gerente de programación de la emisora venezolana donde permaneció 30 años. "Llegó el momento en que trasmitíamos 34 novelas diarias''......

"La mujer nace con un temperamento natural para la actuación porque sabe fingir. Lo mismo puede hacerle creer a un hombre que siente placer sexual aunque no lo ame, que es capaz de ocultarle a sus hijos los problemas del hogar. Por esa razón, una muchacha bonita con condiciones para la actuación, si se trabaja bien, se puede transformar en una estrella. Con los hombres es diferente'', dice, categórico. "Recuerdo que cuando audicionábamos a las muchachas que venían de los concursos de belleza en Venezuela, siempre encontrábamos alguna con posibilidades para abrirse paso en la televisión. Sin embargo, en los certámenes masculinos era más difícil descubrir un galán. Por eso los que hay duran tanto''.

La lista de famosos que le deben "algo'' a Rivero incluye a Lupita Ferrer, Carlos Mata, Sonya Smith, Marjorie De Sousa, Gaby Spanic, Jorge Aravena, Marlene Favela y William Levy, entre muchas figuras.

"Para que un actor se convierta en estrella necesita tener un temperamento especial. Pero eso no garantiza el éxito de la novela en que participe'', subraya en alusión a la fórmula que le permite a una historia romántica conquistar el favor de la teleaudiencia en latitudes insospechadas. "Si el libreto es malo, la novela no funcionará aunque tenga el mejor elenco del mundo''.

Rivero hace un paralelo entre los nudos dramáticos que reflejan las telenovelas y el tablero de ajedrez, un espacio donde se realizan múltiples jugadas con sólo 32 piezas. ‘‘Se pueden hacer millones de telenovelas moviendo las piezas que representan los conflictos humanos. Basta con leer los clásicos para darse cuenta de que los problemas del hombre siempre han sido los mismos'', explicó el productor, quien fue clave en el triunfo de Cristal, Leonela, Rubí y Cara sucia; sin contar Acorralada, Alma indomable, Valeria, Mi vida eres tú y Pecadora, los últimos lanzamientos de Venevisión Productions, donde funge como director ejecutivo de programación. Por eso nadie duda de su habilidad para anticipar un éxito. "Ya verás lo que pasará cuando Sacrificio de mujer salga al aire'', comentó al referirse al último trabajo de Marjorie de Souza y Juan Alfonso Baptista realizado por su casa productora.

Cuando Rivero se estableció en Venezuela en 1954 ya tenía un camino recorrido en las radionovelas cubanas al lado de figuras tan célebres como Gina Cabrera y Celia Cruz.

"A finales de los años 40 me mudé a La Habana y enseguida me sumé al cuadro dramático de R.H.C. Cadena Azul. Luego fui galán de Gina Cabrera en C.M.Q. Radio y pertenecí al elenco de El suceso de día, un programa donde Celia actuaba y cantaba coplas. También participé en las películas Cuando las mujeres mandan (1950) y Bajo el cielo habanero (1951). Pero antes de eso, en 1948, interpreté al médico de Don Rafael del Junco en El derecho de nacer, sin imaginarme que a la vuelta de unos años haría el personaje de Albertico Limonta en la versión venezolana. Otro personaje que hice en Cuba fue el de [el líder del Partido Ortodoxo] Eduardo Chibás, en su etapa juvenil, en una serie sobre su vida'', evocó Rivero, que en Venezuela recibió infinidad de premios por sus actuaciones.

No hay comentarios: